Diario-31/Julio

Comienzo

Un día, cuando tenia 5 años, mis papas tenían que salir a un viaje de trabajo durante dos semanas, mi hermano mayor estaba de viaje y como no sabían con quien dejarme decidieron llevarme con mi abuela. Cuando llegue a su casa, la encontré sentada cerca de un librero, leyendo un libro de pasta dura de color café. Cuando la vi, me quede en el marco de la puerta viendo como leía su libro, entonces ella subió la mirada, me vio y me dijo que pasara, sentí un poco de pena, era la primera ves que iba a la casa de mi abuela, pero cuando me esbozo una sonrisa me dio confianza y entre. Me pidió que me sentara en sus piernas, recuerdo que después me pregunto si ya sabia leer, le conteste que no, entonces sonrió un poco y me dijo con suavidad que me iba a enseñar a leer. Todos los días, en la tarde, leíamos un libro y durante esas dos semanas aprendí a leer. Cuando mis padres regresaron les conté todo lo que había hecho con la abuela y que quería ir con ella otra vez, entonces a partir de ese día me llevaban todos los días cada semana, excepto los domingos. Después paso el tiempo y los números de días en que iba a visitarla se iban reduciendo. Cuando cumplí 12 años, solo me llevaban 1 vez por mes y el tema de la platica ya no eran libros con muchos dibujos, ni con muchas paginas con un montón de letras con una historia fascinante, ahora hablábamos como si fuéramos las mejores amigas y bueno a si era…pero luego el mes siguiente no me llevaron, siempre a principio de mes le preguntaba a mi mama que día me iba a poder llevar, pero me dijo que no se iva a poder por que mi abuela había salido de viaje, se me hizo algo raro porque normalmente cuando mi abuela iba a viajar me avisaba antes, sentí que a mi abuela le pasaba algo pero mis padres no me querían decir. Y a si fue… 4 semanas antes de cumplir 13 años, mis papas me dieron la noticia que mi abuela había fallecido por problemas de salud. Me sentí fatal, mi mama me dijo que no me avía querido decir porque pensaban que era algo leve, pero la ultima semana el doctor les comento que su enfermedad era muy grave y que mi abuela ya estaba muy débil, que trataron de decírmelo pero…fue demasiado tiempo el que se esperaron hasta que falleció. Fuimos al velorio y al funeral, toda una semana me sentí triste. Después de esa semana de su fallecimiento, en la tarde, mi mama me dio un diario que mi abuela había tenido de chica, solo que no había querido usarlo, después de esto se me quito la tristeza y reflexione que ella ya no estará aquí pero siempre la recordare escribiendo en un diario que había sido de mi abuela y que ahora es mi diario.